martes, 27 de febrero de 2007

"Después del 2 del Julio , platicamos"

Serpientes y Escaleras
Salvador Garcia Soto


Llevará tiempo desmenuzar todas las causas que llevaron a la derrota de Andrés Manuel López Obrador el pasado 2 de julio. Pero a siete meses de distancia, parece claro que todas remiten, de un modo u otro, al mayor error cometido por el candidato de la izquierda: la soberbia. Fue soberbia lo que hizo que López Obrador, por decisión unilateral, rechazara la concreción de alianzas estratégicas que le hubieran asegurado la victoria; tal vez uno sólo de los influyentes aliados que rechazó, le hubieran dado los 234 mil votos con los que al final, Felipe Calderón, y todos los intereses que se aglutinaron en torno a él, le arrebataron el triunfo.

“Nos vemos después del 2 de julio”. “Díganle que después del 2 de julio platicamos”. “Con ellos voy a hablar, pero después del 2 de julio”, fue la misma respuesta, que en distintos momentos de la campaña, dio López Obrador a quienes pedían verlo para ofrecer un pacto, negociación o algún tipo de alianza para la contienda.

El primer gran desplante del candidato se dio al arranque de la campaña y fue para empresarios y banqueros. A la luz de las encuestas, los hombres del dinero buscaban contacto con el que podía ser el próximo Presidente. Por febrero del 2006, Andrés Manuel empezó a desairar invitaciones a eventos y foros empresariales y de la banca. “¿Por qué no vas con ellos, por qué no hablas con ellos? En campaña hay que hablar con todos y ellos son parte de la sociedad”, le preguntó, a mediados de marzo, el periodista Ciro Gómez Leyva . “No voy porque ellos (los empresarios y los hombres del dinero) no están en mi agenda, no me interesan. Mi agenda está con la gente, con el pueblo… Voy a hablar con ellos, pero después del 2 de julio”

.Los principios, aseguraba López Obrador, están por encima de cualquier cosa. Si negocio con ellos ahorita, me van a querer atar las manos y no voy a ser un Presidente de compromisos. “Negociaré cuando tenga el poder”, era la explicación que daba a su equipo de trabajo, donde no todos apoyaban el enfrentamiento con los sectores empresariales.

La misma lógica aplicada a empresarios se repetiría con actores políticos que intentaban acercarse a ofrecer alianzas o acuerdos. Elba Esther Gordillo, por marzo del 2006, intentó acercarse a través de un amigo suyo del primer círculo de Andrés Manuel. La poderosa dirigente del magisterio, antes de pactar con Felipe Calderón, buscó entendimiento con López Obrador. La propuesta de Gordillo era que la Coalición por el Bien de Todos privilegiara en sus candidaturas a integrantes del SNTE que militan en el PRD; a cambio ofrecía apoyo operativo de los maestros en la campaña y el día de la elección. La maestra ponía dos condiciones: definición clara del PRD para privilegiar al SNTE por encima de la CNTE, y reunirse ella personalmente con López Obrador para sellar el acuerdo. Pasaron dos meses y para mayo, Manuel Camacho acudió al departamento de la maestra en Polanco. No había respuesta de AMLO y Elba Esther ya intensificaba contactos con el equipo de Calderón.

Cuando el tema fue tratado entre Andrés Manuel y su equipo, sus operadores le aconsejaban recibir a la maestra, aunque fuera cinco minutos. “Si yo hablo cinco minutos con esa señora, serían los cinco minutos más caros de mi campaña”, les dijo el candidato que volvía a argumentar que no quería compromisos que, ya en el poder, le fueran cobrados.

Diez días antes de la elección, por el 23 de junio, los lopezobradoristas comenzaron a recibir llamadas y mensajes de gobernadores del PRI que pedían reunirse con AMLO. “Ya empezó la desbandada”, decía un colaborador del tabasqueño. Entre los mandatarios priístas que se acercaron estaba nada menos que Enrique Peña Nieto. El gobernador de un estado estratégico para el resultado electoral buscó a Ricardo Monreal, con quien ya había tratado en su campaña, y le pedía una plática con Andrés Manuel.

La respuesta para Peña Nieto y para al menos dos gobernadores más del PRI que pedían hablar con él fue la misma de López Obrador: “Díganles que con mucho gusto platicamos… después del 2 de julio”.


ES UN HONOR ESTAR CON OBRADOR!!!!!!!!